En el periodo de
entreguerra donde la ideología nazi se expandía con fuerza, se ve el auge que
tienen la imagen, en esta época, como
método persuasivo en la sociedad y como instrumento político de agrupación de
masas. Este es un claro ejemplo del periodismo de masas que abre el camino al
hiperperiodismo y la importancia de la representación en ambos periodos
históricos.
Enfatizando en el tema de la persuasión por medio de la imagen, hay que tener en cuenta la cuestión sentimental puesta en la publicidad para ser reconocida, la propaganda crea un juego de sentimientos con la sociedad teniendo en cuenta el valor de identidad que genera una imagen a una comunidad, el ejemplo claro de esta sensación se identidad se da por medio de la propaganda nazi al mostrar a Hitler como un salvador para el pueblo alemán. David Caldevilla Domínguez, es un profesor de la universidad de Madrid que resalta la importancia del sentido de pertenencia dado por un soberano prometiendo bienestar a partir de una imagen.[1] “Adolfo Hitler, lo hace con el pusch de Munich. En aquellos tiempos, noviembre de 1.923, su imagen era conocida sólo en el ámbito bávaro aunque ya hallaba cumplido eco en ciertos círculos de la capital federal, Berlín. Las camisas pardas (S. A.) tomaron las calles y éste sería ya un primer mojón en la iconografía y parafernalia nazis como veremos más adelante al hablar de los 16 inmortales, su bandera manchada en sangre y de la reiteración en la identificación y unidad entre el pueblo y el partido en otra gran ciudad bávara” afirma Caldevilla en un estudio llamado La propaganda como generadora de nuevos símbolos y arquetipos ideológicos.
La sociedad ha
tenido como costumbre desde hace tiempo una percepción de la naturaleza de la
vida a partir de los ojos. A lo largo de la historia del arte, de las civilizaciones,
de la política y la economía la imagen a cobrado vida para ser una herramienta
de revolución, de mando, de apreciación, entre otros usos, hay varios ejemplos
que demuestran a la imagen como herramienta de propaganda de ideologías, en
este caso se verá la imagen en la propaganda nazi.
A partir de la creación de ciertos
aparatos tecnológicos, como el telégrafo, el teléfono y la radio, y una serie
de transformaciones sociales, como el crecimiento de la alfabetización y la
creación de información para clases obreras,
se empieza a facilitar una nueva forma de periodismo reconocido como el
“periodismo de masas” este periodo histórico es caracterizado por los cambios
que se realizan en el número de páginas, los temas y la facilidad del lenguaje.
En esta época, la imagen empieza a
tener relevancia por el recibimiento que tiene el cartelismo como forma de arte
para luego ser modificada y utilizada en la propaganda como medio persuasivo en
la sociedad. Manuel Vázquez Montalbán, escritor y periodista español afirma que
con la propaganda nazi nace la imagen como medio publicitario y un método de
movimiento de masas teniendo en cuenta el cartelismo en la economía y en la
publicidad que da antecedentes para la creación de nuevos medios como la
televisión y el cine. “La radio se convierte como un mass media efectivo
en pocos años y en 1932 ya la veremos desempeñar un papel fundamental en
lavados colectivos de cerebros practicados por la propaganda nazi: la cultura
de la imagen se expande en revistas ilustradas, en la propia prensa diaria, en
el cartelismo, y en el tránsito de los dos siglos la aparición del cinematógrafo no puede
profetizar la envergadura de su función como medio conformador del temple de
multitudes” afirma Vázquez Montalbán en su libro historia y comunicación
social en el capítulo expansión imperial y lucha de clases.
Enfatizando en el tema de la persuasión por medio de la imagen, hay que tener en cuenta la cuestión sentimental puesta en la publicidad para ser reconocida, la propaganda crea un juego de sentimientos con la sociedad teniendo en cuenta el valor de identidad que genera una imagen a una comunidad, el ejemplo claro de esta sensación se identidad se da por medio de la propaganda nazi al mostrar a Hitler como un salvador para el pueblo alemán. David Caldevilla Domínguez, es un profesor de la universidad de Madrid que resalta la importancia del sentido de pertenencia dado por un soberano prometiendo bienestar a partir de una imagen.[1] “Adolfo Hitler, lo hace con el pusch de Munich. En aquellos tiempos, noviembre de 1.923, su imagen era conocida sólo en el ámbito bávaro aunque ya hallaba cumplido eco en ciertos círculos de la capital federal, Berlín. Las camisas pardas (S. A.) tomaron las calles y éste sería ya un primer mojón en la iconografía y parafernalia nazis como veremos más adelante al hablar de los 16 inmortales, su bandera manchada en sangre y de la reiteración en la identificación y unidad entre el pueblo y el partido en otra gran ciudad bávara” afirma Caldevilla en un estudio llamado La propaganda como generadora de nuevos símbolos y arquetipos ideológicos.
Por último es importante el papel del
arte en la iconografía como herramienta de persuasión de un público de masas,
en las luchas ideológicas que se dan en la época de la que se está explicando
la palabra “propaganda” tiene una concepción de manipulación de la masas, todo
lo contrario ocurre con la palabra “arte” que se tiene como significado la
liberación social, en esta época es importante decir que estas dos palabras
están juntas porque hicieron parte de las herramientas de control utilizadas
por la propaganda nazi. Toby Clark escritor famoso por el libro arte y
propaganda en el siglo XX, afirma que el arte es parte escencial de la
propaganda y de la iconografía ya que la propaganda se veía como instrumento de
manipulación “la percepción, en tiempos de guerra, de las relaciones de la
propaganda con la censura y la manipulación informativa se combinaba con la
creciente aplicación de la guerra psicológica emprendida contra la moral del
enemigo” afirma Clark en su libro.
A partir de la propaganda nazi y el uso
de la iconografía para el impulso del sentimiento de identidad y la facilidad
de entender un lenguaje totalmente simbólico, la imagen toma fuerza en las
narrativas periodísticas por medio de la televisión y después en internet por
medio de la infografía donde es primordial el uso de imágenes para el
entendimiento del espectador y la publicidad que esta genera.
[1] En la imagen se tiene en cuenta la
figura de Hitler como un líder carismático que motiva y ayuda por la soberanía
alemana, en esta propaganda se ve como se involucra la sensación de pertenencia
a partir de la iconografía. Imagen cortesía: http://introduccion2010.blogspot.com/2010/05/comunicacion-politica-definicion-segun.html
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